lunes, 25 de mayo de 2015

Crónicas de viaje

Desde tiempos remotos tenemos conocimiento de las crónicas de viaje. La historia recoge los grandes acontecimientos del mundo a través de ellas como documentos históricos que describieron detalles de regiones lejanas, costumbres, culturas, vida social y política de cada una de ellas. 

Generalmente quienes han realizado este trabajo, que hoy se considera un genero literario muy atractivo, fueron avezados expedicionarios, investigadores, conquistadores y algunos historiadores. Pero fundamentalmente las crónicas de viaje que mayor atención llama a los lectores son aquellas descritas por escritores, novelistas y poetas.

Nosotras no somos nada de eso. Ni siquiera hemos viajado hacia paisajes exóticos de los confines de la tierra, sino bastante cerca.

Quizá por ello, para escribir esta crónica, tenemos que dejarnos llevar de la imaginación, la fantasía, la curiosidad y el estremecimiento, más que de los cinco sentidos y de transmitir el conocimiento.

Las crónicas de viaje mejores serán por todos los tiempos las novelas reales de nuestras vivencias que, más que las letras, harán resaltar con mayor fuerza los escenarios y acontecimientos. 

Os animo a, de alguna manera, cada una como prefiera, compartir vuestra crónica de esta primera parada del viaje de unas compañeras, y sin embargo amigas.

Para abrir boca, os dejo unas fotos de las etapas del mismo:



 



 




martes, 5 de mayo de 2015

El Tren de la Fresa

Cuenta la leyenda que los últimos metros de carril del aquel tren que unía la capital del reino con el palacio real de Aranjuez estaban hechos de plata. Evidentemente, no es así, ni mucho menos; se trata simplemente de una fábula, cuyo fin es magnificar el sentido de la obra. Claro está que los mitos tienden a exagerar el acontecer diario y engrandecer el trascurrir de la vida. Por no añadir que, de ser cierta la historia, el hecho en sí sería una auténtica majadería y una negligente operación. El noble metal es mucho más maleable que el acero que se emplea habitualmente en la construcción de los raíles y la simple fricción con las ruedas acabaría por hacerlos desaparecer.
Quizá por su ligazón a la corona y a la nobleza española, el ferrocarril Madrid-Aranjuez nació ya con cierto halo romántico. No en vano, fue el acaudalado marqués de Salamanca quien se empeñó personalmente en su construcción, casi como un obsequio hacia la reina Isabel II, que apenas si había prestado atención a la puesta en marcha de aquel infernal invento que tres años antes, en 1848, había culminado con la unión de Barcelona y Mataró. Su majestad ni se inmutó ante los requerimientos y esfuerzos del catalán Miquel Biada y Bunyol, testigo directo en Cuba de la inauguración de la línea La Habana-Bejucal, el primer tren que circulaba por tierras españolas, y que acabó por trasladar la idea a su tierra natal. Pero la Corte, con Isabel a la cabeza, sí correspondió al brío del marqués de Salamanca y acudió con todo el boato y la pompa de la que eran capaces al estreno del tren que les conduciría prácticamente desde las dependencias reales de la capital a las puertas de los Reales Sitios de Aranjuez. Más de 1.500 invitados pudieron comprobar que en una hora y media se podían recorrer los 49 kilómetros (casi 8,5 leguas) que separaban los dos mundos.
El Tren de la Fresa vuelve, como cada primavera, a la vía

Las locomotoras de vapor son el atractivo del viaje que recrea la apertura del Madrid-Aranjuez.
¿Y por qué Aranjuez es el destino del segundo trazado peninsular? El marqués de Salamanca era un empresario con enorme capital, pero quiso asegurarse de que su riqueza, y la de sus asociados, siguiera creciendo. Fija la vista en esas tierras por donde discurre el trazado (Villaverde Bajo, Getafe, Pinto, Valdemoro, Ciempozuelos y Seseña) porque apenas si presenta complejidades físicas que fuercen un desembolso generoso. Y, al mismo tiempo, se plantea unir la capital del reino con los puertos mediterráneos. Aunque la suerte le esquiva en varias ocasiones –su fortuna merma considerablemente, se rehace con prontitud mientras dirige la cartera de Hacienda y sufre el exilio, antes de su triunfal aspiración-, José de Salamanca consigue acabar el proyecto, en el que trabajaron 7.000 personas en distintos tajos durante cinco años, y el 9 de febrero de 1851 se inauguró solemnemente el ferrocarril.
Riqueza terrenal
Para esa época, Aranjuez hacía décadas que había adquirido su condición de privilegiado retiro y descanso de la Corona. Felipe II le otorgó naturaleza de Real Sitio en 1560, un conjunto de residencias para una corte itinerante donde pasar la primavera mientras aguantaba el invierno en Madrid, se aliviaba del verano en La Granja y sobrellevaba el otoño en El Escorial. Y a este monarca se debe la construcción del palacio real que casi permaneció intacto hasta la llegada de Fernando VI, que encargó al arquitecto Santiago Bonavía la fachada principal y la plaza de armas; y de Carlos III, quien añadió dos alas perpendiculares a la fachada principal. También Carlos IV quiso dejar su sello personal en la villa madrileña, a la que dota de la Real Casa del Labrador, un hermoso edificio neoclásico situado en el Jardín del Príncipe. A la monarquía se vincula también el Museo de Falúas, que acoge las embarcaciones fluviales de recreo que usaron los reyes para navegar por el Tajo, al igual que los Sotos y Paseos Históricos de la localidad o la grandiosa Calle de la Reina, un magnífico paseo entre plátanos de hasta 40 metros de altura.
El Tren de la Fresa vuelve, como cada primavera, a la vía

Palacio Real de Aranjuez, uno de los principales alicientes de la visita a la localidad arancetana.
Aranjuez se encuentra en la orilla izquierda del Tajo, cuyo valle recorre el término municipal, que también riega el Jarama; y, además de estos dos ríos, el Algodor y los arroyos de Martín Román, Ontígola y de la Cavina empapan con sus aguas las ricas tierras de la zona. El sistema hidrográfico se completa con el canal de la Cola Alta, el de la Cola Baja y el de la Azuda. No es de extrañar, por tanto, que a sus orillas y riberas crezcan los olmos, chopos, fresnos, cipreses, olivos, moreras, encinas y los árboles denominados plataneros sauces, aunque en los altos también se encuentra una gran diversidad de plantas como tomillo, esparto, pino negro y gatuña. También fue uno de los primeros lugares de España dónde se cultivaron los espárragos, fresas y fresones, muy típicos de este lugar.
Cuando el marqués de Salamanca presenta su proyecto, ya es uno de los principales actores de la vida económica de la capital. Su cartera rebosa de billetes gracias al monopolio de la sal y a su habilidad para moverse en la Bolsa, aunque no conviene olvidar que su cuñado, Agustín Heredia, es el creador del primer alto horno de España. Diputado conservador por Málaga, cuenta con el inestimable apoyo, y los fondos, de banqueros y comerciantes - Buschental, Carriquiri, Remisa, Agustín Muñoz y los agentes de los Rothschild en Madrid, Weisweiller y Bauer-, lo que le lleva a diversificar sus negocios y saltar a la búsqueda de mayores capitales en una larga serie de empresas dedicadas al comercio, los seguros, la explotación minera, el tabaco, la banca, el canal de Isabel II y diversos proyectos ferroviarios, entre los que destacaría el Madrid-Aranjuez.
El biógrafo de Salamanca habla de un largo viaje del banquero en el verano-otoño de 1844 con dirección a París y Londres, sin más motivo que una aparente búsqueda de apoyos entre los promotores ferroviarios más conocidos para su futuros planes en España. No se conocen los contenidos exactos de sus conversaciones, pero en los meses siguientes a su vuelta se producen una serie de propuestas en cadena para construir ferrocarriles en España, con una sorprendente coincidencia entre sus participantes, que hacen sospechar que Salamanca triunfó absolutamente en sus gestiones; frente a la práctica inexistencia de competidores.
La reina Isabel II cedió gustosamente terrenos de su propiedad, al oeste del Palacio Real, para la entrada del ferrocarril en Aranjuez. Para llevar a cabo la línea, se tuvieron que salvar diversos accidentes geográficos, con la construcción de sendos puentes sobre los ríos Jarama y Tajo. La importancia estratégica de la línea era elevada, pues suponía el primer paso del ferrocarril desde Madrid a Andalucía y Levante.
Se construyó una estación término, hoy desaparecida, frente a la fachada occidental de la residencia de los monarcas, a la que se añadiría años después otra al sudoeste del casco antiguo de la ciudad, en la que paraban los trenes destino a Cuenca, tras la prolongación de la línea a esta ciudad en 1883. Ambas fueron sustituidas por otra terminal, construida en 1923, y que actualmente sigue en uso. Hasta la creación de Renfe en 1941, dicha estación pertenecía a la Compañía de los Ferrocarriles de Madrid a Zaragoza y Alicante (MZA), como muestran los mosaicos decorativos existentes en su vestíbulo.
El Tren de la Fresa vuelve, como cada primavera, a la vía
Un tren turístico
En sus inicios, aquel tren no sólo era un capricho cortesano. Trasladaba los productos de la huerta y el campo a los mercados de la capital. Espárragos y fresas eran sus dos especialidades más cotizadas. Pero, con el paso de los años, el protagonismo de aristócratas y vegetales declinó y casi se ocultaron en el tiempo, hasta su desaparición. Con el devenir de los años, apenas si permanecía el recuerdo, aunque los arancetanos alimentaban y repetían la leyenda.
Casi un siglo después, con motivo de las Fiestas de Primavera de 1984, el Ayuntamiento ribereño parió el proyecto turístico como un acto especial de dicha celebración. En esas fechas se cumplían 133 años de la inauguración de la línea Madrid-Aranjuez, y el Museo del Ferrocarril abría sus puertas en la nueva sede de la antigua estación de Delicias, donde ya era posible la exhibición de material ferroviario. Al fin y al cabo, hubo un tiempo en que la ciudad arancetana había entrado en la historia de la mano de la capital del reino. ¿Por qué no volver a recrear aquel viaje que les metió de lleno en los anales del ferrocarril?
El Tren de la Fresa vuelve, como cada primavera, a la vía

Imagen de la inauguración del servicio especial del Tren de la Fresa en 1984 desde Atocha.
El proyecto tomó el nombre de uno de los productos que han hecho famosa la huerta de Aranjuez: los fresones. El convoy, que lleva en servicio 29 años y que se ha consolidado como uno de los trenes turísticos más antiguos en funcionamiento de Europa, recrea desde entonces todas las primaveras el viaje que en 1851 dio origen a la segunda línea férrea de la Península Ibérica (el 10 de noviembre de 1837 se había inaugurado el ferrocarril entre Güines y La Habana, en Cuba que por aquel entonces todavía era española, y ya se habían apagado los ecos del Barcelona-Mataró de 1848). El viaje dura una hora y, a lo largo de los trayectos de ida y vuelta, unas azafatas ataviadas con trajes de época ofrecen sabrosos fresones a los viajeros, quienes, una vez en Aranjuez, son guiados en visita turística al Palacio Real, a la zona monumental de la ciudad y al Museo de Falúas.
El vapor ha sido la principal enseña del ‘Tren de la Fresa’, aunque en los últimos años las dificultades para contar con una máquina que garantice la temporada han provocado un cambio en la tracción, que se realiza con locomotoras diesel o eléctricas. Inicialmente, tiraba del convoy una de las pocas ‘Mikados’ conservadas en España, la 141-F-2413, construida en 1959 en los astilleros de Euskalduna. De hecho, el vapor en España es casi una reliquia que adoran con devoción los expertos ferroviarios. Su final en Renfe tuvo lugar en junio de 1975, cuando el entonces príncipe Juan Carlos presidió el acto oficial de apagado de la última locomotora. Unos días antes, el 15 de mayo, se había suprimido la tracción en Ciudad Real, el último depósito donde ésta seguía activa (la última circulación con viajeros tuvo lugar en Castejón un mes antes). Sin embargo, el vapor se mantuvo en activo unos años más. Es el caso de Andorra-Escatrón, hasta 1984; Altos Hornos de Vizcaya (1982), Encasur (hasta principios de los 80) y Hulleras de Sabero (hasta 1992 aproximadamente). En vía métrica, la línea Ponferrada-Villablino fue la última que dispuso de un servicio regular de viajeros; la clausura se produjo el 10 de mayo de 1980.
El Tren de la Fresa vuelve, como cada primavera, a la vía

Impresionante aspecto del tren en el viaducto de Martin Gil. / Foto Meijoo Ferroviario.
Otras máquinas de vapor han tirado del convoy en sustitución de la titular, que permanece en el dique seco: ‘La Garrafeta’, locomotora ‘Beyer Garrat 282F-0421’, construida en 1960 en Bilbao siguiendo un diseño original inglés de 1930 que no pasa de los 60 kilómetros hora; la ‘Mikado’ de Monforte, en custodia en el Museo de Galicia, donde mantiene la numeración Renfe 141F-2111; y la cinematográfica ‘Badwi’ de Guadix, numerada como 140-2054, una auténtica joya y la única máquina que queda en España alimentada con carbón operativa en ancho ibérico y construida por Babcock & Wilcox; ha sido utilizada en decenas de películas españolas y extranjeras.
Completan la composición del ‘Tren de la Fresa’ cuatro coches ‘Costa’ que fueron construidos para los servicios de cercanías de la Compañía MZA entre 1914 y 1930. Se fabricaron de madera porque la empresa consideraba los metálicos demasiado calurosos para ser utilizados en sus líneas costeras. Estos coches, que prestaron servicio fundamentalmente en la costa catalana, están montados sobre bogies, lo que fue un gran adelanto en su época, cuando casi todos los vehículos de cercanías eran de dos o tres ejes. Además, están dotados de plataformas abiertas con ‘balconcillo’ en los extremos y cuentan con la posibilidad de intercirculación entre ellos. Traían de origen freno continuo de vacío, calefacción de vapor y alumbrado de gas que posteriormente fue sustituido por eléctrico.
El Tren de la Fresa vuelve, como cada primavera, a la vía

Mikado en la estación de Aranjuez.
Los coches ‘Costa’ están separados de la locomotora por dos furgones de los años 60, uno a cada extremo. Ambos pertenecen a la serie J 400.000; su estructura es de hierro laminado con paredes de madera de conglomerado, revestidas superficialmente con un chapado metálico. El uso de este tipo de furgones respondía al Reglamento de Circulación de Renfe, según el cual un coche de madera con servicio no podía circular con viajeros inmediatamente después de la locomotora

lunes, 6 de abril de 2015

Aranjuez - El Palacio


Se va acercando el momento (seguid votando la fecha en la entrada anterior) y una de las visitas más interesantes que se pueden hacer en Aranjuez es el Palacio Real y sus jardines.

        Palacio Real de Aranjuez cerca de Madrid
                       Palacio Real de Aranjuez



¿Cuál es su historia?
Aranjuez fue desde la conquista cristiana propiedad de la Orden de Santiago, cuyos grandes maestres tenían aquí un palacio en el emplazamiento del actual. 
Cuando los Reyes Católicos adscribieron al soberano el papel de gran maestre de Santiago, Aranjuez quedó incorporado a la Corona. Esta fértil vega en la confluencia del Tajo y del Jarama, se convirtió en la residencia campestre por excelencia de los Reyes españoles: en la cultura española del Siglo de Oro decir Aranjuez significaba la perfección de la naturaleza ordenada por el hombre, como El Escorial lo era del arte.

Carlos V quiso hacer de este lugar una gran villa de inspiración italiana y continuó con Felipe II, que encargó a Juan Bautista de Toledo el trazado de las calles arboladas que ordenan el territorio dedicado a jardines y cultivos.

Los Borbones no dejaron de desarrollar el esplendor del Sitio, donde pasaban toda la primavera desde semana santa hasta julio. Felipe V dispuso nuevos jardines, y Fernando VI el trazado de más calles arboladas y nueva población que alcanzó su completo desarrollo bajo Carlos III y Carlos IV. Como Fernando VII e Isabel II continuaron visitando Aranjuez durante la “Jornada” primaveral, el esplendor real del Sitio se mantuvo hasta 1870.

El Palacio Real, construido por Felipe II sobre el emplazamiento del antiguo palacio de los maestres de Santiago, debe su arquitectura a Juan Bautista de Toledo –que lo inició en 1564- y a Juan de Herrera, quien sólo llegó a terminar una mitad. 
Aunque lleno de rasgos originales en su planteamiento, el edificio resulta característico del clasicismo de los Austrias con alternancia de piedra blanca y ladrillo. El plan original fue continuado por Felipe V en 1715, pero no terminado hasta 1752 por Fernando VI. En la forma regular que Juan Bautista de Toledo había concebido, y que había tardado dos siglos en terminarse, el palacio sólo se mantuvo veinte años, pues en 1775 Carlos III mandó añadir dos alas.

Real Casa del Labrador

Carlos IV, siendo Príncipe de Asturias, utilizó como casa de recreo los pabellones del embarcadero de Fernando VI y creó el Jardín del Príncipe. Cuando ascendió al trono decidió realizar al extremo opuesto de estos jardines una nueva casa de campo, llamada del Labrador por su exterior inicialmente modesto pero que desde el principio estaba destinada a contrastar con la magnificencia de su interior. Fue construida por el arquitecto mayor Juan de Villanueva y su discípulo Isidro González Velázquez, a quien se deben algunos de sus interiores. 
Destaca en este conjunto la integración entre las diferentes artes y el lujo de los textiles, en particular las sederías de Lyon, así como la plena conservación de todos sus elementos en la planta principal, donde Fernando VII introdujo ciertas piezas y algunas vistas de Brambilla.

Jardines del Rey, de la Isla, del Parterre y del Príncipe

Felipe II, gran amante de los jardines, puso especial empeño en Aranjuez: de su época se conservan el Jardín de la Isla, trazado por el arquitecto Juan Bautista de Toledo, y el del Rey inmediato al palacio y cuya decoración actual se debe a Felipe IV. También en la Isla, la mayor parte de las fuentes se deben a Felipe IV si bien los Borbones continuaron enriqueciéndolo con detalles como los bancos de Carlos III.

Felipe V añadió a los jardines existentes dos nuevos trazados a la francesa: el Parterre ante el palacio y el extremo al final del Jardín de la Isla, llamado la Isleta, donde instaló la Fuente de los Tritones que Isabel II hizo llevar al Campo del Moro.

El Jardín del Príncipe debe su nombre y su creación al hijo y heredero de Carlos III quien en la década de 1770 empezó a utilizar el antiguo embarcadero de Fernando VI como pabellón de recreo y a desarrollar entorno un jardín paisajista a la moda anglofrancesa con influencia directa de los jardines de María Antonieta en el Petit Trianon. Colaboraron aquí Juan de Villanueva y Pablo Boutelou.



Pérgola de la Fuente del Espinario en el Jardín de la Isla del Palacio Real de Aranjuez







Pérgola de la Fuente del Espinario en el Jardín de la Isla del Palacio Real de Aranjuez




Patio de entrada a la Casa del Labrador en Aranjuez
Patio de entrada a la Casa del Labrador en Aranjuez



 

Aquí se pueden ver horarios y tarifas de la visita.

SEGUID VOTANDO LA FECHA EN LA ENTRADA ANTERIOR 

lunes, 16 de marzo de 2015

Fechas...¡A votar!


Como parece que está claro que vamos a empezar por ir a Aranjuez, (repito que este no será el único viaje que hagamos) proponemos unas fechas para que se haga una votación.


Mirad bien las fechas de la comunión de la Vanessa (o de cualquier otro miembro de la familia) para que luego no haya sorpresas.


Las propuestas son:

MAYO



Días 9 y 23 (o sea, San Gregorio y san Desiderio, respectivamente)


JUNIO



Días 6 y 13 (san Norberto y san Antonio)



Se van a poner cuatro comentarios con las cuatro fechas y elegís "responder" debajo de la fecha de vuestra elección. Si os da igual, poned un comentario en cada una de las fechas para así contabilizarlos fácilmente. (De esta manera las que dicen ser torpes-blogueras, van a aprender para toda su vida cómo poner comentarios en los blogs) ;-)







Aranjuez-Un paseo por el jardín del Príncipe

Parece que Aranjuez se ha posicionado como primer destino (y no único) de nuestro periplo. Por ello, en las próximas entradas, vamos a recorrer la ciudad fijándonos en las maravillas que encierra, tanto paisajística, como cultural, como gastronómica. De esa manera podremos ir decidiendo el recorrido que haremos.

Os recuerdo que este es un viaje de todas, una ilusión compartida, una bocanada de aire fresco para nosotras, así que todo lo que queráis compartir será bienvenido. Las que hacemos este blog solo pretendemos "tirar un poco del carro", nunca ser protagonistas de nada, así que ¡vamos! lo hacemos entre todas.


Hoy: el jardín del Príncipe

Entrada al Jardín del Príncipe

Traspasando estas magníficas puertas nos encontramos con jardín más grande de los que se encuentran en Aranjuez con un perímetro de 7 km y 150 hectáreas de extensión (es incluso más grande que El Retiro de Madrid). El Jardín del Príncipe destaca por la riqueza botánica y en realidad no es un solo un jardín, sino ocho.


Fue creado por Carlos IV, siendo todavía Príncipe de Asturias (de ahí su nombre) y lo concluyó siendo rey, entre 1789 y 1808.


En su interior, además de las múltiples y variadas especies arbóreas y florales, se puede disfrutar de monumentos como la Casa del Labrador











el Museo de Falúas



el jardín chinesco (con su embarcadero), 















o la colina artificial conocida como Montaña Rusa




además de pabellones y esculturas repartidas por todo el lugar.


A continuación tienes una galería de fotos de los Jardines del Príncipe de Aranjuez, con imágenes en el otoño de algunos de los citados rincones.

martes, 10 de marzo de 2015

Aranjuez

Me estáis haciendo trabajar (y me encanta). Porque si hay que comentar en el blog, habrá que escribir en el blog ¡vamos, digo yo!. Así que aquí os dejo la propuesta de María Luisa para romper el hielo.


Hola guapísimas, perdonad que os robo un poco de tiempo pero veo que escribir en el blog como que os cuesta, a mí me encanta entrar y ver que los comentarios han aumentado y por esa razón os agradecería que en vez de hacerme los comentarios cuando me veis (que son muchos) los plasméis en el blog y así todas las que entramos nos enteramos de vuestros comentarios.

Parece ser que la idea de ir a Aranjuez os ha gustado a la mayoría de vosotras (a mí me ha encantado), así que aquí os dejo algo más de información sobre el tema en cuestión. Tranquilas que esto sola hace que empezar; como toma de contacto está super bien, peeeero no descartar la idea de perdernos por el Zoco de Marrakech e ir de compras en rebajas a Nueva York. A que molaría un paseíto por la gran manzana cómo las chicas de Sexo en Nueva York? Y comprarnos unos “Manolos”, por ejemplo, jajaja



María Luisa, despiertaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa


A lo que vamos, la información para (de momento) ir a Aranjuez, jajaja.



Durante las temporadas de primavera y otoño se pone en marcha el Tren de la Fresa que continúa, desde 1984, con su tradicional recorrido Madrid-Aranjuez. El tren, que recrea el que hiciese el primer trayecto ferroviario de la Comunidad de Madrid, sale desde el Museo del Ferrocarril.

El Tren de la Fresa lo componen un furgón y un vagón de los años 60 y cuatro coches de madera denominados "Costa", construidos entre 1914 y 1930, que cubrían los servicios de cercanías de la compañía MZA (Madrid-Zaragoza-Alicante).

Ida
Salida del Museo del Ferrocarril   10.00 h.
 Llegada a la Estación de Aranjuez 11.00 h.

Regreso
Salida de la Estación de Aranjuez  18.00 h.
 Llegada al Museo del Ferrocarril   19.00 h.
(Museo del Ferrocarril: Paseo de las Delicias, 61 – 28045 Madrid)

Precios
Adultos 29,90 €
Niños (de 4 a 12 años) 14,90 €
Estos precios incluyen:
- Viaje de ida y vuelta.
 - Degustación de fresón ofrecido por azafatas vestidas de época.
 - Traslados de la Estación a la zona monumental en autocar climatizado.
 - Visitas al Palacio Real (guiada) y Museo de Falúas (libre)
- Descuento del 50% en el Museo Taurino. 

Compra de billetes
Los billetes pueden adquirirse con antelación en:
- Estaciones de ferrocarril que dispongan de venta anticipada.
 - Renfe: 902 320 320 (venta telefónica) / www.renfe.com (venta internet)
 - Agencias de viajes

Por favor, los comentarios en el blog, así nos enteramos todas. 

GRACIAS
Se admiten sugerencias, no seáis tímidas


Besitos

Maria Luisa


¡¡Viajeras al tren!!





lunes, 9 de marzo de 2015

Esto se va animando

Ya hemos dado el primer paso, y vamos sabiendo quiénes pueden ser nuestras compañeras de viaje.



Todavía hay algunas que no se han dejado ver, y por eso no están en la lista. Así que, ¡animaos!


Está claro que siendo tantas no vamos a poder coincidir todas pero no por eso vamos a cejar en nuestro empeño de viajar, aunque sea con la imaginación.


Preparar un viaje es siempre algo emocionante y por eso hoy os hacemos una propuesta nueva:


Toda aquella viajera que quiera hacer una proposición, la puede compartir con las demás mediante una entrada en el blog en la que explique todos los detalles; si se trata de ir a Chichón (como decía Mar), explicarnos qué se puede ver allí, dónde comer, y todos los detalles que se nos ocurran. Todo con fotos, que hacen más agradable la lectura.



Plaza de Chichón

De esta forma, además de ir teniendo sitios para elegir, podemos ayudar a preparan planes de viajes a las demás.


Para que os resulte sencillo, podéis mandar a ysinembargoamigas@gmail.com vuestro texto y fotos en word y se subirán según vayan llegando.


Aunque estoy segura de que la colaboración va a ser enorme, y va a haber cola de publicaciones pendientes, si no podéis hacer el documento, al menos  decid sitios a los que podríamos ir (también vale un paseo por el parque del  Retiro) y desde aquí buscaremos información para hacer la entrada. 


Y para animaros, ¡¡habrá premios de varias categorías!! (seguiremos informando)


¡Esperamos vuestras curradísimas propuestas!





PD: Como decía Lao-Tse "Un viaje de mil millas comienza con el primer paso"